4 ABRAZOS AL DÍA

En ello insistía el gran Artur Vericat durante mi formación como coach. Con sólo 4 abrazos al día las personas logramos ser más felices.  Y es que los abrazos activan la química cerebral del bienestar, la calma y la alegría incluso a largo plazo.

Veo cada día como mi hijo de 18 meses me busca mientras juega, viene a mí, me abraza y al los segundos vuelve a retomar el juego.  Interesándome sobre este asunto encontré un artículo de la neurocientífica Candance Pert en el que habla de la farmacia de la mente. Cada uno de nosotros podemos producir todos los medicamentos que necesitamos para que nuestra mente funcione perfectamente feliz.  Los niños para eso son los mejores en hacerlo. Buscan abrazos y contacto para chutarse opioides naturales.  A los adultos nos cuesta más generarlos debido al estrés diario. Por eso es tan importante evitar el estrés a los niños e intentar que no pierdan esta capacidad que les hará enfrentarse a los avatares futuros de la vida con actitud resuelta y positiva.

Lo curioso es que sustancias como la oxitoxina no se pueden inyectar ni administrar por vía oral porque por ella misma no viaja hasta el cerebro. Sólo un abrazo, una caricia, un human touch hace que se liberen estas sustancias de manera natural.

Hoy desde Fuerteventura recuerdo con añoranza los abrazos de mis compañeros de clase en Barcelona siguiendo las enseñanzas de nuestro maestro Artur. Abrazos que nos unieron de por vida. Abrazos que sigo dando a diario. Abrazos que me anclan a mis seres queridos. Abrazos que transforman las relaciones a mejor.

Te propongo regalar 4 abrazos diarios. Observa la cascada de efectos positivos que vendrán detrás de estos abrazos y  que llenarán tu mente de opioides naturales que te harán mejor a ti y a los que te rodean.