El jengibre se obtiene del rizoma de una planta, que pertenece a la familia de las zingiberáceas.
Tiene muchas propiedades y beneficios, tanto de uso interno como de uso externo.
Al igual que otras plantas medicinales, la planta del jengibre la puedes cultivar en tu huerto o jardín, tanto en el suelo como en maceta.
Además de sus muchos usos culinarios gracias a su particular aroma y sabor, posee amplias propiedades y beneficios:
Es un excelente remedio para la halitosis; ayuda a combatir los virus gracias a sus propiedades antivirales; reduce las náuseas; es
muy útil para dolencias del aparato respiratorio, como infecciones, bronquitis, tos, gripes...
Mejora la digestión y la podemos tomar en infusión para problemas de meteorismo (gases, vientre hinchado...).
Y, además, tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas.
Al mejorar la circulación sanguínea, esta planta también nos ayuda a prevenir dolencias cardiacas.
Como analgésico, podemos utilizarlo para aliviar el dolor de boca (dientes, muelas...).
Por su poder antiinflamatorio, ayuda a combatir la hinchazón y dolor de la artritis.
Como veis, el jengibre es útil para aliviar dolores de todo tipo de manera natural y como os he comentado anteriormente lo podéis aplicar de forma externa sobre la zona afectada o consumir de modo interno.
Eso sí, debemos tomarlo en pequeñas dosis, está contraindicado su uso continuado y en personas con úlceras gastroduodenales.
¡¡¡ Anímate e introduce el jengibre en tu dieta!!!