PARA Y RESPIRA

Como cada día que podía, dando paso a su ritual de los últimos años, el “malaguita” decidió tomar su tabla para dejarse envolver por el mar.

Sentía que el mar era su forma de estar en paz; una paz que anhelaba tener fuera del mar.

Sentía que la tabla, agarrada a su pie, era un lugar seguro donde poder respirar cuando las olas azotaban de más o el esfuerzo era demasiado alto.

Pero esta vez, ese cierto día, algo en su interior le invitaba a no seguir los pasos. Sintió la inquietud de hacer algo distinto, de dejarse abrazar por el mar sin navegar, simplemente confiar en lo que su tabla podía proporcionarle y confiar a donde el mar le quisiera llevar.

Aquel día, sentía, echado sobre la tabla con los ojos cerrados, que la calma del mar se confundía con la seguridad que sentía de la tabla y con la tranquilidad que latía en su interior. Recordó aquel preciso momento en el que se sintió en paz.. lleno de fuerza y energía vital..  recordó a las personas que le acompañaban.. y las palabras que decían… Recordó donde sentía en el cuerpo esa paz…  y por un tiempo, se abrazó a ella… (tómate tu tiempo y hazlo ;)

Mientras sentía la calma del mar, echado en la tabla y sintiendo su paz, dejó caer su mano al agua. Al instante, la curiosidad de los peces hacían acercarse a él, entregándoles la sabiduría y la fuerza que el mar esconde a cada ola… y en ese estado de expectación y sorpresa… de calma,  bienestar y paz… sintió como si algo dentro de él le llenara el pecho y le dijera:

Para!

Respira!

Piensa en ti!

Permítete parar!

Sintió que la magia de surfear y estar en la tabla, no siempre está en las olas, que las emociones forman parte del mismo mar, que unas veces está en calma y otras en olas, pero que al final, aceptando al mar como es, y confiando en él, de lo único que no puede olvidarse es de sí mismo, y para ello, tenía que… parar y respirar!

¿Te atreves a parar?

¿Te atreves a parar y respirar? ¿Cuál es tu recurso para sentir Paz, quietud…?