Fijar nuestra atención en una persona, comprobar que somos correspondidos, enamorarse y establecer a partir de ahí una relación y además mantenerla es motor de muchas vidas.
Se ha establecido que el amor romántico dura de 18 a 3 años si hay mucha suerte, aunque todos sin excepción cuando nos ocurre pensamos que a nosotros nos va a durar toda la vida. La Neurociencia engloba múltiples disciplinas científicas que estudian patrones de conductas basados en estímulos cerebrales, buscan por qué hacemos, pensamos y sentimos de esa manera. Y para mí, lo que viene finalmente a decirnos en relación a este asunto es que efectivamente el amor es eterno mientras dura.
La imagen de esa persona, su voz, su manera de moverse, su olor… todo ello desencadena la atracción y el deseo. Ocurre, siempre hablando de relaciones sanas, cuando esa persona además nos encaje en el perfil ideal que hemos ido creando en nuestro cerebro. Ese perfil lo vamos perfilando a partir de nuestros valores que son lo realmente importante para nosotros, de nuestras creencias que es aquello que damos por cierto pero que no lo es, de nuestra experiencia, de los patrones familiares, del entorno y de tantas otras muchas variables. Terminamos con una sonrisa permanente que creemos que nunca se va a marchar, responsabilizando por completo a esa persona de todo lo maravillosa que está resultando nuestra existencia.
Nuestro celebro libera un coctel de hormonas que nos invade y nos transforma y acabamos por perder el apetito, tenemos dificultad para dormir, nos sudan las manos y sentimos pájaros en el estómago. Inconscientemente estamos creando una falsa imagen de la persona que tenemos enfrente, una imagen repleta de expectativas.
Como les dije alrededor de los 18 meses las hormonas se van estabilizando y esa imagen ideal comienza poco a poco a romperse, dando paso a la realidad que tenemos enfrente y disminuyendo el enamoramiento. En este punto puede que la relación se rompa o puede, poniendo mucho de ambas partes, que se establezcan los límites del Amor Verdadero que es la siguiente y para mí mejor fase de esta aventura.
Cuando nos atrae algo de una persona es porque tiene algo que valoramos de nosotros mismos. Si tenemos en cuenta esto que viene a decir la Ley del Espejo, pasado este amor romántico nos empezaría a molestar de una manera inconsciente las cosas que menos soportamos de nosotros. En este sentido Buda dejó dicho que “todo lo que te molesta de otros seres es solo una proyección de lo que no has resuelto en ti mismo”.
Por eso una vez más les animo a conocerse. Estés en la fase que estés o si estas esperando que te pase. La vida es muy larga y te llegará. Tenemos que comenzar a mirarnos hacia adentro porque para amar hay que amarse. Y para querernos tenemos que conocernos y reconocer que aspectos positivos y negativos negamos tener. La Sombra es un arquetipo, una manera de entender la realidad que nos rodea y representa esas partes de nosotros mismos que no nos permitimos ver pero que también nos definen. Partes que si ve nuestra pareja. El Amor Verdadero pasa por asumir la responsabilidad de lo propio y dejar al otro lo suyo.