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ESCAPANDO

25-10-2018
ESCAPANDO

¿Qué pasaría si entraras en una habitación y te dijeran que justo delante de ti tienes al éxito, a todo aquello que deseas lograr con muchas ansias, teniendo en cuenta todo lo que te has esforzado, y todo lo que has ido sacrificando hasta el momento de ese mismo instante? Seguramente, no harías más que correr hacia ello y agarrarlo lo más fuerte posible para que no se aleje nunca de ti.

Pero, en realidad, no es sencillo.

En realidad, el éxito no lleva una pancarta ni ninguna señal identificativa, sino que es invisible al ojo humano.

Está expectante, observando qué vas a hacer y qué decisiones vas a tomar. Y, por otro lado, si se encontrara sólo a unos pocos metros, probablemente saldrías corriendo despavorido.

Y, ¿por qué ocurre este extraño fenómeno? A que, por regla general, no estamos acostumbrados a sentirlo ni notarlo.

Y no lo digo por decirlo. Lo digo por experiencia.

Es lo que me ocurrió en un inocente ejercicio de Constelación Familiar, por ejemplo.

El “éxito” corría directamente hacia mí con los brazos abiertos y sentí unas ganas inmensas e imperiosas, de salir como fuera de la misma habitación, excavando con mis uñas si fuera posible inclusive.

El 99% de los participantes coincidía que esta reacción les era muy familiar y vívida cada día.

Y entonces, ¿qué debemos hacer para revertir este terrible maleficio?

¡¡¡Crear una pócima!!!

La pócima de “Séquepuedoytirosiemprehaciadelante” (como si se tratara de un “Supercalifragilisticexpialidocious” de Mary Poppins o un “Felix Felicis” del mundo de Harry Potter, todavía más poderoso).

Con la siguiente tabla de ingredientes:

-        1er Ingrediente: Determinación.

Con la propia voluntad de continuar peleando, persistiendo y con confianza.

-        2undo ingrediente: Descarte.

Hay que sopesar qué opciones tengo ahora mismo y descartar la que menos “like” tiene.

-        3er ingrediente: Constancia ordenada.

Básicamente, hacer. Hay que ser constante, sin parar de hacer lo que llevas haciendo y además planificando gracias a un “Planning”. Puede resultar contradictorio, pero a la postre seguir haciendo nos evita quedarnos parados.

Y procurando poner orden (aunque sea mínimo, en un principio).

-        4to ingrediente: Novedad

Debe administrarse algo nuevo cada día, por muy ínfimo que sea. Cualquier pequeño cambio en la rutina diaria.

Por ejemplo, si crees que no se te da bien dibujar, en cuanto salga ese sentimiento de impotencia coge rápidamente una hoja en blanco ¡y ponte a pintar!

-        5to ingrediente: Foco

Debe ponerse toda la atención en el objetivo y todos los objetivos que nos marcamos cada día, ya que sin focalizar podemos perder el Norte.

 

-        6to ingrediente: ayuda

Se trata de pedir ayuda a las personas que tenemos a nuestro alrededor y que nos enriquecen al mismo tiempo que las enriquecemos a ellas mismas.

 

-        7to ingrediente: humildad

Sólo responde a lo que sabes teniendo en cuenta todo lo que vas aprendiendo de tus propios errores. No digas Sí cuando quieres realmente decir NO y viceversa.

 

-        8º ingrediente: cristal

Se trata de dejar de mirar a las esquinas del espejo, y de mirarse y hablarse directamente a la cara. También se acepta cantar y repasar el contorno de la cara.

 

-        9º ingrediente: silencio

Hay que procurar tener un tiempo y espacio personal, alejado del ruido. Como a modo de Santuario. Para meditar.

Sino se cumpliera la condición de un espacio propio, entonces tomarse breves instantes al día para hacerlo, aunque sean de menos de 1 minuto. Todo es comenzar, y luego ya se irá aumentando.

-        10º ingrediente: Salud

Hay que cuidar todo lo mejor posible a la mente y al cuerpo, proveyéndolas de las actividades y las acciones que más les conviene.

-        11º ingrediente: regalo

Cada día, y por prescripción, 3 veces al día, se debe sonreír.  Se puede combinar con el 8º ingrediente.

Además, y si el día lo merece, debe recompensarse con un capricho.

 

 

 

 

 

 Y luego, vienen los ingredientes “?” que son los que el propio conjurador quiera y desee añadir a la marmita.

Mi sugerencia: “diversión”. Hay que explayarse y sacar a estirar cuerpo y alma.

 

 

Y tal vez (mejor dicho, más que posiblemente), y si se toma en moderadas cantidades, la próxima vez que el éxito apunte a tu dirección al menos sabrás como responder sin tener que huir.

Ignacio Corrales Izquierdo en CoachYa
Autor/a del post

Ignacio Corrales Izquierdo

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