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Revisar las etiquetas

23-03-2018
Revisar las etiquetas

Sin ser conscientes en muchas ocasiones, tendemos a etiquetar a las personas ¿Cuál es la razón por la que lo hacemos? Pueden ser muchas y muy diversas, desde intentar tener seguridad, hasta buscar la vulnerabilidad.

Voy a contaros un caso real reciente: Una persona que se está preparando para mejorar sus técnicas de negociación, tenía una reunión muy importante para presentar su proyecto. Antes de la reunión me llamo por teléfono y comenzamos a prepararla. En medio de la conversación me dijo: “Ya sé cómo es esa persona” a lo que respondí ¿Si, lo sabes?, si, si es…….Y ¿que certezas  tienes sobre lo que me estás diciendo? Bueno…pues….si está ocupando ese puesto, pues será…en ese momento le pregunte ¿Has estado alguna vez con esa persona? ¿Conoces su trayectoria profesional? Pues, no. Entonces no has estado nunca con esa persona y dices saber cómo es… Así mantuvimos una larga conversación que verso sobre como etiquetamos a las personas sin tener ningún conocimiento sobre ellas “yo ya sé cómo es” “es que he escuchado…” “me dijeron”….y un largo etc…

Podemos caer muy fácilmente en etiquetar a las personas. Desde que nacemos vamos acumulando, dando, otorgando…etiquetas sobre los demás e incluso sobre nosotros mismos de lo que escuchamos, de lo que nos parece ver, con influencia pasiva o activa. ¿Realmente somos conscientes de lo que eso puede suponer? En la mayoría de los casos no, no nos hemos parado a pensar como nos condicionan e incluso nos limitan a veces las etiquetas.

Te propongo un ejercicio práctico que ayuda a ver la influencia que las etiquetas pueden tener sobre nosotros y abrir la posibilidad de producir cambios si así lo deseamos. Hacer este ejercicio sobre nosotros mismos, nos ayudara a entender la influencia que pueden tener las etiquetas sobre el resto de las personas y como pueden influir, como en el caso real al que hacía referencia anteriormente, en nuestras relaciones profesionales.

Ejercicio: Piensa en las etiquetas que te han ido poniendo a lo largo de tu vida, frases como: “Eres muy lista” “Un poco patoso”  “Que formal eres” “Esto no es lo tuyo”….seguro que tienes una larga lista, aunque al principio te cueste recordarlas. Piensa quien o quienes te ponían esas etiquetas. Puedes pensar en los distintos ámbitos: personal, social, profesional, familiar… Pregúntate ¿Qué influencia han tenido en ti dichas etiquetas?. ¿Quieres deshacerte de ellas? Quizás sí, quizás no.

Y ahora pregúntate ¿Cómo pueden influir las etiquetas que yo otorgo a los demás? 

Este proceso requiere de tiempo y de una importante inversión de energía. La flexibilidad la intención de querer comunicarte mejor y obtener mejores relaciones interpersonales, sin juicios ni creencias limitantes pueden conducirte a obtener mejores resultados personales y profesionales.

¿Quieres abrir puertas o cerrarlas? ¿Quieres crecer o seguir como estas?

Las etiquetas pueden cumplir una misión positiva, como se demostró con el “Efecto Pigmaleón”  en nuestras manos esta hacer un buen uso de ellas. Como personas tenemos diferentes roles en nuestras vidas y las etiquetas pueden tener un gran impacto sobre todas y todos nosotros.

“Estoy para escucharte”